Cuenca, forma parte de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, se encuentra situada en un alto, rodeada por los ríos Júcar y Huécar, se pueden resaltar muchas razones que la convierten en un referente cultural, contamos algunas acontecimientos que hacen de Cuenca un paraje mágico:
1- El rey Alfonso VIII conquista la ciudad en 1177 y concede un fuero de los más amplios y significativos, su importancia radica en ser el prototipo de los fueros de Castilla, León, Aragón y Portugal. Estos privilegios, entre otras muchas cuestiones protegían a la población frente a los abusos y usurpaciones hasta el punto de ser denominado por el monarca que lo otorga como “Código de Libertad”; es por ello uno de los más famosos fueros medievales. De hecho por las exenciones y concesiones se hizo célebre el dicho: «Di que eres de Cuenca y entrarás de balde», por no tener que pagar “portazgo ni montazgo” .
2- La primera catedral gótica de Castilla: Santa María y San Julián de estilo gótico-normando, se comenzó a construir en el año 1183 sobre el solar de la mezquita por iniciativa de la reina Leonor de Plantagenet, esposa de Alfonso VIII, además hermana de los míticos Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra (ambos fueron reyes de Inglaterra). Tras caerse la torre, lateral sobre la catedral en 1902, la fachada tuvo que ser reconstruida en 1910, ante los desperfectos ocasionados.
3.- Cuenca tiene un importante museo de arte abstracto cuya sede está ubicada en unas de las “casas colgadas”, se da la circunstancia que fue el primer museo de estas características en España, inaugurado en 1966, alberga entre otros, obras de Tápies y Chillida. Como anécdota esta ubicación también se denomina “casa del Rey”. La leyenda cuenta que hubo en este emplazamiento una residencia de verano de Alfonso VIII tras la conquista y estaba justo en este desfiladero, en invierno el rey se trasladaba al castillo, la ciudad fue residencia de la Corte durante diez años.
4.- Como no podía ser de otra manera las famosas casas colgadas. Se edificaron en el siglo XIV-XV, se extienden desde el barrio de San Martín hasta la «Peña Corba» ubicada sobre el puente de hierro. Existieron infinidad de casas sobre prominencias rocosas, con estilosos balcones de madera, planeados sobre el vacío para ganar espacio al poco terreno de la ciudad histórica amurallada, por ello también son conocidas como “casas voladas”.
Las casas conocidas como “los rascacielos” en el barrio de San Martín, alcanzan una altura de 50 metros y doce pisos construidos en la roca de la hoz del rio Huécar. Clavando vigas de diferentes tipos de madera sobre la piedra se iban bajando plantas hasta la hoz. Es todo un canto a la verticalidad y el desafío a las alturas, suponen, estas casas, además de ingenio arquitectónico un sentido de belleza y estilismo que hacen de Cuenca una ciudad característica.
Como dato curioso se puede afirmar que fueron los edificios más altos de Europa hasta la llegada del hormigón como elemento constructivo y sustitutivo de la madera en el siglo XIX.
El toponimia de Cuenca proviene del castillo fundado por los árabes en el siglo IX llamado Conca (Al-Madina Cunca), de donde parece derivar su nombre, adaptando un topónimo latino, «concha», que hace referencia a un valle profundo entre montañas, dando como resultado el nombre actual de la capital y provincia. La histórica ciudad amurallada fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco es 1996.
Placa declaración de Patrimonio.