Dos tristes destinos: Arenas de San Pedro (Ávila)

Arenas de San Pedro (Ávila), es un municipio situado de forma estratégica en un paraje de naturaleza privilegiada junto con un interesante patrimonio cultural. La casualidad hizo que se diese cita el destino en diferentes siglos, por razones políticas vivieron en este paraje dos personajes poco conocidos y de gran interés en la historia de España.

Castillo de la triste Condesa.

1.- Juana Pimentel, (1404-1488). La triste condesa como se hizo llamar, habitó el castillo de Arenas de San Pedro, era además hija de los condes de Benavente, de los que recibió en herencia esta fortaleza. Juana era la segunda esposa del poderoso Álvaro de Luna, que murió condenado en el cadalso en Valladolid en 1453. El valido era un caballero hábil y ambicioso que murió víctima de las intrigas de los nobles y de la debilidad del rey Juan II. Juana siempre se refirió a ella como la triste condesa debido a su amarga viudedad. Tuvo que pleitear y luchar contra Enrique IV para que sus propiedades no pasasen al preferido del monarca Don Beltran de la Cueva.

2.- Luis María de Borbón y Farnesio (1727-1785), conocido como el infante don Luis que era hijo de Felipe V y hermano del rey Carlos III. La ley de sucesión marcaba que el heredero de la corona debía de haber nacido en España, Carlos III que fue anteriormente rey de Nápoles y el destino le llevo a ser rey de España, su hijo el futuro Carlos IV había venido al mundo en Nápoles. Al principio don Luis fue nombrado arzobispo de Toledo y Sevilla, con el fin de que no tuviera una sucesión que pudiese reclamar el trono de España, pero el infante abandonó sus responsabilidades eclesiásticas, su hermano (Carlos III) le organizó un matrimonio con la zaragozana María Teresa de Vallabriga pero según las circunstancias de la época al ser desigual sus futuros hijos no tendrían derecho ni al trono ni a utilizar el apellido Borbón.

Palacio del infante conocido como de la Mosquera.

Después de vivir en su palacio de Boadilla del Monte entre otros lugares, se retiró a Arenas de San Pedro. Las circunstancias de este matrimonio propiciado por su hermano el monarca, con el único fin de apartarle de los derechos de sucesión a la corona, le obligaron a buscar una residencia fuera de la corte donde vivir cómodamente ya que tenían prohibida su residencia cerca del poder real así como utilizar el apellido Borbón.

El lugar elegido sería el actual palacio de Mosquera, con ciertas semejanzas en distribución con el Palacio Real de Madrid, fue encargado al arquitecto Ventura Rodríguez, aunque participaron otros artistas. El infante fue un gran mecenas, muchos veranos pasaron en el palacio Francisco de Goya (se dice que fue presentado por el arquitecto Ventura Rodríguez) y el músico Boccherini.

Aquí en Arenas de San Pedro pintó el famoso cuadro de la familia del infante además de otros conocidos encargos , convirtiéndose el mecenas en el primer cliente de Goya.

Cuadro de Goya de la familia del infante.

Uno de los hijos de don Luis sería arzobispo de Toledo y cardenal, participando activamente en las Cortes de Cádiz, otra de las hijas María Teresa sería elegida por la reina María Luisa de Parma (esposa de Carlos IV) para casarse con el controvertido valido Godoy y acallar rumores ( boda celebrada en el Escorial el 2 de Octubre de 1797), con el que por cierto tuvo una hija y una complicada relación, con esta boda se recuperarían para la familia y los descendientes parte de los derechos negados por Carlos III y la utilización del apellido Borbón.

Tanto la condesa como el infante dejaron su huella en Arenas de San Pedro y beneficiaron con diversas donaciones al municipio que les dio acogida y comprensión en estas etapas políticas complicadas en la vida de ambos.