El Ratoncito Pérez esta presente en la imaginación de muchas generaciones de niños españoles e hispanoamericanos, representa sin lugar a dudas la ilusión y la magia. El ratón vivía con su familia dentro de una caja de galletas en el almacén de la desaparecida confitería Prast, situada en la calle del Arenal muy cerca del Palacio Real de Madrid.
La historia fue inventada por el jesuita Padre Coloma, en el año 1894, al que pidieron que escribiera un cuento para Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años y se le había caído un diente.
El argumento eran las escapadas frecuentes del Ratoncito Pérez de su domicilio, a través de las cañerías de la ciudad, para llegar a las habitaciones del pequeño Alfonso XIII, rey Buby, (como le llamaba su madre la Reina Maria Cristina) y mostrarle la realidad de otros niños antes de depositar un regalo en su lecho, este mágico y original roedor llegaba a su destino engañando a los gatos que siempre estaban preparados para cazarlo.
La fábula tenía un fin didáctico que era enseñar al pequeño rey Buby las necesidades que pasan muchos niños y lo importante que es ser solidario.