La resistencia más tenaz, a la invasión del imperio romano en Iberia, fue la de los astures y los cántabros, tanto es así que el propio César Augusto dirigió la conquista de estos territorios, fue la ultima resistencia heroica de las tribus iberas entre el 29 al 19 aC.
Posteriormente al finalizar las guerras cántabras, los romanos fundan en la costa cantábrica varios puertos entre los que se encuentran Santander (Portus Victoriae), donde hoy se haya la actual Catedral, junto con la iglesia adyacente del Cristo, se trataba de una pequeña península y sobre un cerro se crea una importante fortaleza con unas termas romanas.
Siglos después Fernando III “El Santo”, nombra a Ramón Bonifaz primer almirante de los reinos Castilla y León, unificados definitivamente, según el grabado de Brau existían unos astilleros próximos a la seo, donde se construyeron las naves y galeras de la Armada Castellana, que al mando de Bonifaz y remontando el Guadalquivir, llegan a romper el puente- barrera que cerraba el paso a Sevilla.
De esta forma el escudo de Santander hace mención a todos estos hechos históricos, por un lado dos cabezas que representan a San Emeterio y San Celedonio patronos de la ciudad y mártires del emperador Diocleciano y cuyas reliquias se conservan en este lugar, la parte inferior del escudo simboliza la reconquista de Sevilla con la Torre del Oro y la nave de Bonifaz que rompe las cadenas que unian Triana con la ciudad Hispalense. Curiosamente el escudo de Avilés (Asturias) tiene semejante motivo, por la participación del marinero avilesino Rui-Pérez en esta batalla, en el año 1248.
Probablemente existan innumerables restos arqueológicos en este lugar de la Fundación de Portus Victoriae, en toda esta extensión.