Ponferrada se encuentra situada en la mágica comarca del Bierzo. La villa cuenta con uno de los enclaves más significativos como es el emblemático castillo templario. El paraje donde se localiza es todo un referente del paso de la historia con señas de presencia humana desde la Edad de Hierro y huellas de un primitivo poblado.
Posteriormente en el medievo, Fernando II de León permite la instalación de una encomienda del Temple que reforzó la cerca del entorno defensivo y fortifico el núcleo urbano en 1221. Alfonso IX de León arrebata Ponferrada a la Orden de dichos monjes guerreros, por los apoyos de estos a Alfonso VIII de Castilla, para posteriormente llegar a pactar el mismo monarca la paz y devolverles la localidad, convirtiéndose en un punto clave del Camino de Santiago.
Tras la disolución de los templarios en el siglo XIV, el recinto amurallado es confiscado y pasará al conde Alvar Núñez Osorio. Posteriormente por decisión de Alfonso XI el nuevo propietario será Pedro Fernández de Castro, quien levantó su fortaleza en donde hoy se denomina “castillo viejo”.
Durante el siglo XV perteneció al duque de Arjona, a su hermana Beatriz de Castro y su esposo el conde de Lemos, que acometió grandes reformas convirtiendo el primitivo espacio en un lujoso palacio llamado “castillo nuevo». Su nieto, el siguiente conde de Lemos , se sublevó contra los reyes Católicos, al reclamar la propiedad, ante la resolución real que adjudicaba a Juana Osorio la fortaleza. Finalmente la corona terminó haciéndose con la propiedad. Siglos después comenzó el deterioro aunque gracias a la declaración de Monumento Nacional en 1924 se puso limite a la perdida de este enclave.

Dos anécdotas que vienen a propósito de la fortificación templaría:
1.- La Orden también denominada de “Los pobres caballeros de Cristo” tuvo su final en el siglo XIV. Fue una disolución llena de incógnitas que acabó con esta organización de monjes guerreros, repletos de misterios que seducen. Muchas leyendas y variados temas como la curiosa simbología de la cruz Tau o la cruz de Paté que identifica a estos monjes, unido a la devoción a la virgen negra o morena, en alusión a la madre tierra y a la sabiduría ancestral.
Dichos caballeros también aparecen como depositarios de mitos, fábulas y secretos referentes al arca de la alianza y el santo Grial. También es cierto, que fueron los inventores de la letra de cambio, los cheques bancarios y lo que hoy podían ser los seguros, eran los mayores prestamistas de la época y entre sus clientes se encuentran Reyes y Papas. Para acercarnos al misterio aprovechamos la presencia templaría en el Camino de Santiago y abordamos el tema del ‘Juego de la oca’ con el ingenio e imaginación que fue creado (ver historia de Memoria Mágica del 4 de Enero de 2014).
2.- La segunda curiosidad tiene que ver con los propietarios del castillo, como fueron los Condes de Lemos, que perdieron como hemos visto la titularidad del alcázar en el siglo XV. Años después, su descendiente Pedro Fernández de Castro, VII Conde de Lemos, será el mecenas y promotor de Lope de Vega, Góngora, Cervantes o Quevedo, entre otros, grandes personajes del siglo de oro español que marcarán una etapa de genialidad literaria en las letras hispanas.
Por otro lado, hay investigadores que afirman que los antecedentes de estos Condes de apellido “Castro”, descienden del último rey de Galicia, llamado García, que murió preso por orden de su hermano Alfonso VI.