En el Tiemblo (Ávila), junto a el cerro de Guisando y cerca de la sierra de Gredos, se encuentran los toros de Guisando, un lugar cargado de significado en la historia de España pero también rebosante del misterio del pueblo vetón. Este lugar mágico lo componen las esculturas zoomorfas, datadas en torno al siglo II o III antes de Cristo, con toros y cerdos, como representación alegórica del pueblo vetón que habitaba las actuales provincias de Ávila, Salamanca, Cáceres y parte de Toledo y Madrid, los vetones creaban estas figuras representativas de la riqueza que la ganadería aportaba a su economía.
Estas esculturas podían tener un simbolismo protector del ganado, además de venerar a las fuerzas de la naturaleza, siendo el toro un animal poseedor de gran fortaleza y nobleza al que ensalzar como se demuestra a lo largo de la historia, tras la conquista romana se convirtieron muchas de estas figuras en símbolos funerarios, como es el caso de este lugar. En grandes escritores como Cervantes, Lope de Vega o Federico García Lorca aparecen referencias a estos famosos verracos milenarios conocidos como los toros de Guisando.
A pocos metros discurría un camino seguramente prehistórico que cruzaba a través del valle del rio Tiétar, luego itinerario romano y en la edad media cañada. Alfonso X ‘El Sabio’ creó el concejo de la mesta y dio a este tipo de caminos privilegios al servir a la trashumancia de las valiosas ovejas merinas, y en concreto este trayecto fue fundamental y muy transitado en la comunicación de la meseta norte con la meseta sur.
Aquí, junto a esta ruta, existía una venta que sería el escenario de un trascendente juramento, en una posada conocida como la venta de la juradera, esta hospedería estaba vinculada al monasterio de guisando, era un lugar donde los viajeros podían descansar y aprovisionarse de víveres.
El 19 de septiembre de 1468 Enrique IV nombró heredera a su hermanastra Isabel, firmando un pacto en este paraje y buscando neutralizar una posible rebelión de la nobleza y clero en plena ebullición. ¿Qué ocurrió después del Juramento de Guisando ?. Hacemos un relato rápido de los acontecimientos posteriores:
1.- Un año después Isabel se casa con Fernando de Aragón y como consecuencia se incumple el pacto por el que su hermanastro (el rey) debería decidir cuándo y con quien se casaría. El acuerdo queda roto recayendo en Juana (hija del rey) los derechos hereditarios.
2.- Tras el fallecimiento de Enrique IV, se produce una guerra entre los partidarios de Juana “la Beltraneja” y su tía Isabel por la Corona Castilla, las hostilidades acaban con el Tratado de Alcazovas (1479) reconociendo finalmente Portugal a Isabel “la católica” como legitima reina. Curiosamente este tratado fue base años después al Tratado de Tordesillas (1494) y por tanto germen del nacimiento de Brasil.
3.- Se crea con la unión de Castilla y Aragón la estructura del Estado moderno y de lo que posteriormente seria el reino de España.
4.- Con el convencido apoyo de la reina Isabel, Cristóbal Colón inicia la aventura del viaje que daría lugar al descubrimiento de América.