Un príncipe, una rana y Salamanca

Don Juan De Aragón (1478-1497) era el Príncipe de Asturias y de Gerona y futuro monarca sucesor de los reyes católicos. Juan se casó en Burgos con Margarita de Austria, al mismo tiempo que se acordó el compromiso de los hermanos de ambos, Juana y Felipe el hermoso. Estos pactos suponían por partida doble un proyecto del nuevo estado de Castilla y Aragón con la casa de los Habsburgo.

Fue formador y ayo del heredero de la corona, Diego de Deza, obispo de Salamanca, catedrático de filosofía de la Universidad (además de ser uno de los grandes impulsores del proyecto de Cristóbal Colón). Juan era señor de Salamanca nombrado en 1496 y como tal se involucró en el gobierno de la ciudad. Entre otras decisiones confirmó a la universidad todos los privilegios de los que gozaba, además de mandar empedrar sus calles y su plaza del mercado llamada de San Martín, anterior a la famosa Plaza Mayor, incluso otorga licencia para la construcción de una casa de mancebía, además de otras muchas y diversas disposiciones de diferente carácter referidas a la ciudad helmántica.

El 4 de Octubre de 1497 moría el príncipe a los 19 años de edad, probablemente por una tuberculosis, lo cierto es que no gozaba de buena salud precisamente, la leyenda popular habla de que los excesos matrimoniales del joven heredero contribuyeron a empeorar esa frágil situación física. De haber vivido hubiera sido el rey Juan III, Margarita (su viuda con la que solo llevaba seis meses casado), perdería su hija póstuma en el parto, con ello se complicaba de manera fatídica la sucesión, terminando de esta forma la dinastía de los Trastámara encarnada en el descendiente de Isabel y Fernando.

El principe Don Juan de Aragón
El principe Don Juan de Aragón

El poeta Juan de la Encina se hace eco del dolor que asolo a España, tras la defunción del heredero de los reyes católicos, tragedia que fue cantada con romances, una pérdida que ensombreció a toda la nación y Encina le dedica, entre otros, estos versos a este luctuoso hecho “….. secóse la flor, nacieron abrojos /nacieron fatigas, nacieron enojos /Murió nuestro Príncipe, Joya preciosa».

El velatorio del príncipe se hizo en la capilla mayor de la Catedral (se entiende la actual catedral vieja) para ser finalmente enterrado en el monasterio de Santo Tomás de Ávila. Años después de complicadas incertidumbres políticas, comenzaría a reinar la nueva dinastía de los Austrias, en la figura de Carlos I.

Y ahora nos situamos en uno de los emblemas más significativos de Salamanca, como es la rana de la fachada plateresca de la universidad, obra mandada construir por los Reyes Católicos y finalizada en época de Carlos I de España. La tradición habla de que el estudiante, que llega a Salamanca y ve la rana sobre la calavera tendrá suerte en sus estudios, otras teorías se refieren al sentido que asocia la rana al pecado de la lujuria, advirtiendo a todos sobre los excesos de la vida licenciosa y los peligros que pueden acarrear, utilizando el artista la simbología didáctica del sapo y el cráneo.

Fachada plateresca Universidad Salamanca
Fachada plateresca Universidad de Salamanca

Pero la última hipótesis, sobre esta famosa rana, viene de la mano del catedrático Benjamín García-Hernández de la Universidad Autónoma de Madrid y dicha investigación enlaza de modo directo con nuestro protagonista el príncipe Juan. Según esta probable suposición, las tres calaveras hacen alusión a los tres hijos fallecidos de los reyes católicos (Isabel, Juan y María), defunciones sucedidas desde el inicio hasta el final de la obra.

De forma velada y simbólica, el batracio encima del cráneo nos lleva al dicho “Cuando las ranas críen pelos”, lo que supone decir que nunca se vuelve de la muerte, quien lo realizó trató de construir un mensaje iconográfico con el fin de burlar a la inquisición .

Siguiendo este argumento se cuenta que el murmullo popular rebautizò a la calavera como “juanita” y a la rana “parrita”, curiosamente el médico que atendió en su enfermedad a Juan de Aragón fue el prestigioso, doctor De la Parra, cada lector sacarà sus propias conclusiones.

plaza del mercado
plaza del mercado

Finalmente añadir que en el centro de la fachada, en el primer piso, resalta un medallón, que incluye la imagen de Fernando e Isabel, acompañados de un texto escrito en griego que afirma: «Los Reyes a la Universidad y la Universidad a los Reyes», una manera de aclarar que los estudios universitarios dejan de ser de poder papal, para pasar al poder de la monarquía.