Las Burgas en Orense, es un paraje de los más emblemáticos de Galicia, con aguas que manan en el centro mismo de la ciudad. Se trata de manantiales medicinales canalizados a través de fuentes de las que fluyen a una temperatura de entre 60 y 67 grados y 300 litros por minuto.
Los orígenes del nombre de Ourense, hacen referencia a la antigua aquis Aurienses (aguas de oro) o Auriense (ciudad de oro). Hay quien señala que el nombre proviene de aquae Urente (aguas abrasadoras). El asentamiento fue fundando por los romanos hace 2.000 años, creciendo alrededor de estos manantiales mineromedicinales.
Aunque es seguro que los pobladores de los castros celtas cercanos a la actual Ourense conocían y usaban estas aguas termales, dando un valor sobrenatural al calor del fluido que venia del interior de la tierra, era uno de los sitios sagrados indígenas más importantes de la península.
Con la llegada de las legiones romanas a la zona comienza su desarrollo. Los romanos eran grandes aficionados a las aguas termales, edificando un pequeño santuario religioso y una «balnea» (casa de baños), donde se reunirían los habitantes para discutir sus asuntos cotidianos. Los restos pueden verse en los jardines sobre la actual piscina termal en pleno centro histórico de Ourense.
En las excavaciones arqueológicas han aparecido vestigios de una piscina-santuario del siglo I d.C. y numerosas piedras votivas que hacen referencia a una divinidad indígena denominada Reve Anabaraego a quien se dedicaría primero el lugar. La mayoría de los investigadores dan por seguro que Reve es una deidad fluvial, con significado de «río» y morador de manantiales santuarios así como responsable de los poderes curativos del agua, después las termas serán ofrendadas a las distintas deidades de origen latino como a ninfas y a la diosa Venus.
Por otro lado, los nombres grabados en las aras encontradas en las exploraciones arqueológicas, proceden del occidente romano, lo que indica que As Burgas fue un centro de peregrinaciones en la antigüedad. En la Edad Media, la propia iglesia católica protege los manantiales, pues además de cumplir una importante función preventiva frente a la temida peste y otras enfermedades, eran un alivio para los peregrinos que pasaban por aquí y se dirigían a Santiago.
El carácter sagrado que les dieron los romanos perdura y se adapta a los nuevos tiempos, vinculándose a la figura del Santo Cristo, en la Catedral, donde una leyenda dice que las aguas terapéuticas están unidas a esta imagen religiosa. En definitiva el concepto divino y misterioso ha estado presente durante siglos.
Lo cierto científicamente es que las aguas de As Burgas provienen de la lluvia. El ciclo comienza cuando el liquido se filtra a través de las fallas y tras descender aproximadamente tres kilómetros llega hasta el foco térmico que la calienta y que es el responsable de que cuando el fluido salga al exterior tenga elevadas temperaturas, lo curioso es que este ciclo dura 28 años.
El calor natural que desprenden las fuentes supuso que aquí se trasladasen las industrias artesanales de la ciudad: primero fueron las panaderías, después en el siglo XV se asientan triperos y curtidores, ocupando pilones donde hoy se sitúa la alberca termal.
Las fuentes actuales son de los siglos XVII y XIX, dejando evidencias de ser un espacio único, siendo reflejado por los viajeros que en sus crónicas dejaron constancia de la sorpresa que les producía este fenómeno de aguas calientes. Así quedó relatado en numerosas citas, entre otros Juana de Castilla y Felipe el Hermoso hace 500 años y J. Medrano que publicó en París, en el año 1603 un libro sobre As Burgas donde define a Ourense como «ciudad limpia, rica e ilustre».
Hay media docena más de fuentes a orillas del río Miño. Aguas abajo del Ponte do Milenio se suceden durante cuatro kilómetros las pozas y termas de Chavasqueira, Muiño das Veigas, Outariz y Burgas de Canedo, además de las fuentes de Tinteiro y de Reza; actualmente unas públicas y otras privadas.
As Burgas esta declarado Conjunto Histórico Artístico en 1975 y Bien de Interés Cultural en 2007. Según la Real Academia Española, ‘burga’ proviene quizá del vasco (bero-ur-ga) y significa manantial de agua caliente.
Escudo de Ourense.