La Celestina es una creación cumbre de nuestra literatura y su influjo ha contribuido a forjar el carácter de nuestro teatro, nuestra novela y en general de la inventiva artística en castellano por su modernidad de conceptos. Fue escrita por el estudiante de la Universidad de Salamanca, Fernando de Rojas, perteneciente a una familia conversa de Toledo.
La narración tiene dos partes, una primera Comedia con dieciséis actos que vio la luz en 1499 y una segunda Tragicomedia de Calisto y Melibea que contiene veintiún actos, publicada en 1502; Conocida universalmente desde el siglo XVI como la Celestina.
En esta novela se dan cita los componentes propios de una temática capaz de recoger la ambición, el poder, lo mezquino, los anhelos de las clases sociales y la discordia, mezclados con el principal argumento como es el enamoramiento.
La Celestina encarna a una mujer que representa a la bruja y hechicera, antigua meretriz que maneja los “dimes” y “diretes” y que trata de traer y llevar sus habilidades de alcahueta. Codiciosa y sabia, mediante la magia de un conjuro a Plutón unido a sus habilidades dialécticas, logra su fin de conseguir los propósitos de pasión que le ha encargado Calisto, para llegar a embelesar a Melibea.
El desenlace tiene un trágico final con el asesinato de la hechicera, la ejecución de los sirvientes que han cometido el crimen por codicia y la muerte triste de los amantes, uno por accidente y el otro por suicidio ante la ausencia del amado.
El escenario de los encuentros amorosos se evoca en un huerto en la ciudad de Salamanca, denominado actualmente con el nombre de los protagonistas , lugar de aspecto medieval y romántico donde pudo inspirarse el autor de la novela, el paraje esta concebido con el aspecto histórico de los jardines nobiliarios y palaciegos; junto a las catedrales y encima de la muralla, desde donde se puede ver buena parte de la ciudad y del río Tormes.
Dentro de los jardines se encuentra la estatua a la «mediadora en el amor», a la Celestina, sobre la piedra que la sostiene se puede leer : «Soy una vieja cual Dios me hizo no peor que todas si bien o mal vivo Dios es el testigo de mi corazón» ( Acto XII).
(Fotos cortesía de Susana Carrera Salvador)