Toledo visto desde Los Cigarrales, donde tenía su casa en el siglo pasado el médico y humanista Gregorio Marañón, escritor de grandes obras, entre otras, “Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo”, por cierto, muy recomendable su lectura.
Toledo fue capital de la Hispania Visigoda, cuna de convivencia de tres culturas y creadora de una innovadora Escuela de Traductores. Vemos, a la izquierda, San Juan de Los Reyes, levantada por Isabel de Castilla y Fernando de Aragón para conmemorar el triunfo en la Batalla de Toro contra Juana, injustamente apodada La Beltraneja.
San Juan fue pensada como última morada de los Reyes Católicos, algo que nunca sucedió, pues la entrada en Granada en 1492 originó otros proyectos.
Sobre el Tajo, el Alcázar de Toledo, estratégico y dominando la geografía. En sus entrañas, huellas de la época romana, de la fortaleza visigoda, árabe y del alcázar cristiano medieval y moderno, hoy convertido en Museo del Ejército.
En el centro vemos la Catedral, en cuyo interior se encuentran claves de nuestra historia y, en concreto, una que desvelaremos próximamente…